2007/08/31

La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza porque llega su hora; pero cuando ha dado a luz un hijo, ya no se acuerda de la tribulación por el gozo de haber traído un hombre al mundo. Vosotros, pues, ahora tenéis tristeza; pero de nuevo os veré y se alegrará vuestro corazón, y nadie será capaz de quitaros vuestra alegría (Juan 16, 21 -22).

Oración por el que sufre


Oh Dios, refugio benévolo de los

que sufren, escucha la plegaría que

te dirigen quienes padecen.

Serena y reconforta a los enfermos,

a los viejos y a los moribundos.

Concede amabilidad y compasión,

ciencia y paciencia a quienes les cuidan.

Inspira en ellos gestos que alivien,

palabras que iluminen y amor que consuele.

A cambio, te encomendamos estas almas

desalentadas, laceradas por la tentación,

atormentadas por la pasión,

heridas o profanadas por la maldad de los hombres.

Pon dentro de nosotros, oh Señor, tu Espíritu de amor,

de compasión y sacrificio,

para que ayudemos de manera eficaz

a quienes hallemos por el camino.

Ayúdanos a responder a su invocación, pues es la tuya.

Amén.

Plegaría de la madre por su hijo enfermo

Oh Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo y devolviste a la vida al niño muerto de la viuda de Naim, conmuévete ante el dolor que me embarga.
No te pido que resucites a mi hijo, sino sólo que le devuelvas la salud y le conserves la vida. ¡Oh Dios mío! Tú me otorgaste el mayor consuelo al que pueda aspirar una mujer sobre la tierra, el consuelo de ser madre: ¿acaso lo habría recibido para verme privada de él? ¡Ah, no! ¡No, Dios mío! No permitas que la mayor alegría, la más legítima, se transforme en mi más amarga desolación. ¡Ah! No pido sólo la conservación de mi hijo porque me concierne, sino por Tu mayor gloria. Si supiera que el recobrar la salud sería la causa de su perdición eterna, no osaría pedírtelo, pero si te suplico por su curación, también lo hago para que le concedas la gracia de amarte siempre, y con todo el corazón. Que así sea.


Carta de una niña que no llego a nacer

Querida mamá:


Estoy ahora en el cielo, sentada en el regazo de Cristo. El me ama y llora conmigo porque me han destrozado el corazón. ¡Quería ser yo tu niña! Todavía no comprendo lo que ha pasado.

Desde el primer momento en que me dí cuenta de que existía, de que era un ser humano, me sentí muy feliz. Residía en un lugar oscuro, pero muy cómodo. Notaba que ya tenía deditos en mis manitas y en mis pies. Estaba bien adelantada en mi desarrollo aunque todavía no estaba lista para salir de mi habitación. Empleaba la mayor parte del tiempo pensando y durmiendo. Aún desde los primeros días de mi existencia se me desarrolló un tremendo apego por ti, mamita.


A veces, cuando te oía llorar, lloraba contigo. Otras veces gritabas y luego te ponías a llorar. Oía cuando mi papaíto contestaba gritándote enfadado. Esto me ponía muy triste pero esperaba que todo pasara pronto. A veces me preguntaba por qué llorabas con frecuencia.

En una ocasión lloraste todo el día. ¡Cómo padecí yo contigo! No podía imaginar siquiera la causa de tanta infelicidad. Ese mismo día ocurrió algo terrible. Un monstruo feroz se introdujo en mi habitación donde descansaba calentita y cómoda.

Sentí pánico y comencé a gritar desesperadamente, pero mis gritos no eran escuchados. Imagino que te tenían amarrada porque no hiciste el menor esfuerzo por socorrerme. Tal vez fue que nunca oíste la voz de mi desesperación.

El monstruo se me iba acercando más y más y yo con alaridos de horror te decía: ¡"Mami, Mami, socórreme por favor! ¡Mamaíta ayúdame!" ¡Estaba tan sobrecogida de terror! Grité y grité hasta más no poder. Entonces el monstruo comenzó a desprenderme los bracitos. ¡Cuánto me dolían! Sentía un dolor tan fuerte que nunca lo podré describir. Le rogué que me dejara, pero ni caso me hizo. Grité y grité horrorizada cuando me arrancó una pierna. Aunque el dolor era muy intenso me dí cuenta de que me estaba muriendo. Me torturaba pensar que nunca ibas a ver mi carita y que nunca te oiría decirme: "Te amo".

Yo quería secar tus lágrimas y que no lloraras más. ¡Había hecho tantos planes para hacerte feliz, mamita! Era imposible, todos mis sueños se me habían evaporado. Aunque estaba horrorizada y muy dolorida, mi quebrantado corazón era mi mayor dolor. ¡Cuánto deseaba yo ser tu hijita! Pero, ya no podía ser, me estaba muriendo por una muerte horripilante. Sólo podía imaginar las terribles cosas que te estaban haciendo. Antes de que me tiraran a la basura quería decirte: "Te amo mamaíta"; pero no sabía cómo hacértelo entender. De todos modos no hubiera tenido aliento para pronunciarlas pues estaba ya muerta.

Entonces sentí que me elevaba. Un poderoso ángel me llevó en sus brazos a un lugar hermoso; lloraba todavía, aunque ya mi dolor había desaparecido. El ángel me llevó donde Jesús y me depositó en sus brazos. Jesús me dijo que me amaba y que era mi Padre, esto me hizo inmensamente felíz. Le pregunté al Señor qué era aquello que me había ocasionado la muerte y El me contestó suavemente: "El aborto, lo siento hija mía, sé lo que has pasado".

Yo no sé lo que quiere decir esa palabra aborto, pero imagino que es el nombre del monstruo que me tronchó la vida. Ahora te escribo mamita, para decirte que te amo... y para decirte: "¡Cuántos deseos tenía de ser tu hijita!". Hice todo lo imposible por sobrevivir, quería vivir. Tenía voluntad de vivir. Pero era todavía muy pequeña y el monstruo era demasiado fuerte para mí. Me succionó desprendiéndome los brazos y las piernas, y luego se tragó el resto de mi cuerpecito. En tales circunstancias era imposible sobrevivir, pero quería dejarte saber que traté y traté de quedarme contigo, pues yo no quería irme.

Mamita, también quiero decirte que te cuides mucho de ese monstruo, el aborto. Te amo y no quisiera que pasaras por el sufrimiento que pasé yo. Por favor mamita, cuídate mucho.

Te ama, tu bebita.

Carta de un niño malogrado

Querida Mamá

Soy tu hijo. ¿Recuerdas? Tu esposo andaba lejos del país. No bastaron las protestas de amor que escribías y, en su ausencia, otro hombre se involucró en tu vida. De ese romance, fuí engendrado yo. Qué grato recuerdo guardo, mamá, de los tres meses y veintiún días que me acunaste en tu vientre. Me sentí tan seguro...

Comprendo que no me desearas, pues ¿qué pensaría "papá" a su regreso? Había que blanquear el desliz matando al delator, y ese era yo. Por entonces, supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponéis precio, también a matar a un inocente. "Qué caros son los abortos", comentaste. No justifico tu crimen, pero te perdono.

¡Qué maldad la de aquel monstruo vestido de blanco! ¡Qué dolor tan penetrante, cuando me punzó con aquella enorme aguja y me despedazó! ¡Y esa maldita aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos! También a ti te traumatizó. Conozco, mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que me amas, pues sueñas conmigo y más de una vez te has preguntado, con remordimiento, si soy niña o niño o qué alegrías te hubiera traído. ¿Sabes, mami, que los niños menos apetecidos, al nacer son más amados?

Soy varón. Me parezco más a ti que al seductor que te engañó. ¡Cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre de tu mente esas pesadillas, que turban tu descanso y te dan muerte en vida! Por eso, ¡qué alegría cuando buscaste a un sacerdote y te reconciliaste con el Señor de la Vida! Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda lo que te dijo el sacerdote al despedirte: "Hija, Dios Padre ya ha hecho su obra de amor en ti, el tiempo irá sanando la herida, la paciencia de Dios salva."

Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a Antonio. Bueno, es un decir, porque mi amigo, al igual que yo, no tiene nombre ni apellidos. También está aquí por el aborto. Su madre, muy joven ella, fue violada en la calle, cuando regresaba a casa. Y, porque no amaba a su violador, se deshizo del hijo a las pocas semanas de haberlo concebido. A mi amigo le obsesiona esta pregunta: ¿por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, dejó que me mataran a mí que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?" No acierto a darle una respuesta convincente. Aquí, en el Reino del Amor, sólo entendemos el lenguaje del amor; por eso, no comprendemos vuestras disquisiciones acerca del aborto por mala formación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos... Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal, realizaron una masacre tan espantosa.

Con los abortos se ha desprovisto a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, economistas, profesores, estadistas, pintores, arquitectos, periodistas, santos y santas. A mí todos me dicen que quizás hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart.

No llores, mami. Perdónate y ámate como Dios te ama. Olvida tu pasado.

¡Ah! se me olvidaba. Aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Haz por ellos lo que nunca pudiste hacer por mí. Te cuento que cuando bañas al pequeño o le das de comer a mi hermanita, no sé, me entra un poquitín de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado con tu leche, ser acariciado por tus manos.

Y término pidiéndote un favor, no para mí, sino para que a otros niños no los maten como a mí. Si conoces una chica que busca abortar, un sujeto que monta campañas a favor del aborto, un médico que practica abortos, cámbiales ese corazón de piedra por un corazón de carne. Préstanos tu voz a los millones de niños sin voz y grítales a todos que tenemos derecho a vivir y que, aunque nadie nos ame, tenemos derecho a amar. Exigimos que nos dejen vivir para amar, es tan triste tener un corazón para nada.

Hasta que nos veamos, mamá, entonces te enseñaré lo mucho que te quiero, te quise y te querré.


Tu niño malogrado.

Cartas abiertas de Niños que no nacieron

Carta Abierta a una madre

Querida Mamá

Perdona que te llame así, pero para mí continuarás siendo mi madre por toda la eternidad. ! Cuánto siento que no me hayas permitido llegar a nacer! Alegaste como uno de tus motivos, que te aquejaba una gran debilidad, debido a que tenías vómitos y tensión nerviosa. Sin embargo, estos son síntomas comunes de los primeros meses de embarazo que sufren muchas como tú, y los consideran sólo una pequeña inconveniencia en comparación con la gloria y el privilegio de llegar a ser madres. Dijiste también que te sentiste abandonada por mi padre, y por esto me abandonaste a mí en las manos del abortero. ¿Acaso fue culpa mía haber sido creado en el transcurso de una aventura amorosa, en la cual quizás buscabas cariño, comprensión o compañía? Comprende que yo también necesitaba todo esto, y que sólo fuí una víctima inocente de un momento de pasión.

Dijeron los que te aconsejaron el aborto, que había posibilidades de que yo tuviera un defecto, y por eso yo debía ser sacrificado antes de que pudiera nacer. ¿Me hubiera hecho ese defecto, mamá, menos hijo tuyo o menos humano, o con menos derecho a la vida que los demás? ¿Acaso no somos todos creados por el mismo Dios e iguales en dignidad ante Él? ¿Es que sólo los "perfectos" o los que son deseados por sus padres tienen ahora el derecho a nacer?

Declaraste públicamente que no querías que te practicaran el aborto, porque pensabas que al permanecer embarazada quizás te tendrían lástima y te permitirían quedarte en EE.UU. Uno de los que te aconsejaba comentó que esto es una importante razón para no desear un aborto.

Quisiera haberle podido gritar públicamente que la razón más poderosa, la que posiblemente nadie te expuso, era que aunque yo no había nacido todavía, era un ser humano, no un pedazo de carne o un coágulo de sangre como dicen algunos. Mi corazón -- ese corazón que podía haberte querido mucho -- comenzó a latir a los 21 días de concebido y mi cerebro comenzó a funcionar a las seis semanas. Aunque sólo contaba 10 semanas de concebido al morir, ya tenía manitas, que tanto te podían haber acariciado -- y piecesitos, que podían haber corrido tras de ti. Mis manitas ya tenían huellas digitales -- huellas que mostraban mi identidad y mi individualidad.

Mamá: ¡sé que de haberme podido ver y conocer me hubieras querido! Aunque tú todavía no sentías mis movimientos, porque era muy pequeño, yo me movía dentro de ti, crecía y esperaba que llegara el momento de que me recibieras en tus brazos como te recibieron a ti cuando llegaste, brazos amigos que te ayudaron.

Viniste a EE.UU. después de muchos sacrificios, para poder disfrutar de los tres principales derechos humanos que garantiza la Constitución de esta gran nación: el derecho a la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, mamá, en tu afán de conseguir esos derechos para ti misma, quizás te olvidaste de otorgármelos a mí.

Sé que has dicho que hay cosas que hay que hacerlas, refiriéndote al aborto que te aconsejaron. Ruego a Dios por ti, para que te perdone, porque yo creo que no sabes lo que has hecho, y el día que de veras lo sepas, quizás tu dolor y tu arrepentimiento serán muy grandes. Ese día, cuando abras los ojos del alma, sabrás que yo como tú tenía, no sólo un cuerpo, sino también un alma inmortal. Recuerda en ese día que Dios es misericordioso, y que no hay falta por grave que ésta sea, que El no pueda perdonar. Recuerda también que yo, a pesar de todo, siempre te querré y esperaré conocerte algún día en la eternidad. Tu hijito.



ANGEL

Un niño ante de nacer le dijo a Dios:

¿Me vas a enviar mañana a la tierra?

¿Pero como viviré allá siendo tan pequeño y tan débil?

Entre muchos Ángeles escogí a uno que te espera, contesto Dios.

Pero aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír muy feliz con tus canciones y tus sonrisas

¿Y como entenderé cuando me hablen si no entiendo el extraño idioma de los hombre?

Ese ángel te hablara y te enseñara las palabras mas dulces y mas tiernas que escuchen los humanos.

¿Que haré cuando quiera hablar con tigo

Ese ángel juntara tus pequeñas manos y te enseñara a orar.

He oído que en la tierra hay hombres malos

¿Quién me defenderá?

Ese ángel te defenderá aunque le cueste la vida.

Pero siempre estaré triste por que no te veré más señor,

Sin verte me sentiré muy solo.

Ese ángel te hablara de mí y te mostrara el camino para volver a mi presencia, contesto Dios.

En ese instante una paz inmensa reinaba en el cielo, no se oía voces terrestres, el niño decía suavemente dime su nombre………….. Señor

¡Ese ángel se llama!

MAMÁ

2007/08/28

Poemas de Dolores Veintimilla de Galindo

Dolores Veintimilla de Galindo
Quito, 1829-1857

A MIS ENEMIGOS

¿Qué os hice yo, mujer desventurada,
que en mi rostro, traidores, escupís
de la infame calumnia la ponzoña
y así matáis a mi alma juvenil?

¿Qué sombra os puede hacer una insensata
que arroja de los vientos al confín
los lamentos de su alma atribulada
y el llanto de sus ojos? ¡ay de mí!

¿Envidiáis, envidiáis que sus aromas
le dé a las brisas mansas el jazmín?
¿Envidiáis que los pájaros entonen
sus himnos cuando el sol viene a lucir?

¡No! ¡no os burláis de mí sino del cielo,
que al hacerme tan triste e infeliz,
me dio para endulzar mi desventura
de ardiente inspiración rayo gentil!

¿Por qué, por qué queréis que yo sofoque
lo que en mi pensamiento osa vivir?
Por qué matáis para la dicha mi alma?
¿Por qué ¡cobardes! a traición me herís?

No dan respeto la mujer, la esposa,
La madre amante a vuestra lengua vil...
Me marcáis con el sello de la impura...
¡Ay! nada! nada! respetáis en mí!

¡QUEJAS!

¡Y amarle pude! ... Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma ...
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.

Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como la hoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho,
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos,
él, mi primero, mi ferviente amor.

Sin él, para mí, el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de Abril.
Vivía de su vida aprisionada;
era el centro de mi alma el amor suyo,
era mi aspiración, era mi orgullo ...
¿por qué tan presto me olvidaba el vil?

No es mío ya su amor, que a otra prefiere;
sus caricias son frías como el hielo.
Es mentira su fe, finge desvelo...
Mas no me engañará con su ficción. . .
¡Y amarle pude delirante, loca!
¡No! mí altivez no sufre su maltrato;
y si a olvidar no alcanzas al ingrato
¡te arrancaré del pecho, corazón!

A CARMEN
(Remitiéndole un jazmín del Cabo)

Menos bella que tú, Carmela mía,
vaya esa flor a ornar tu cabellera;
yo misma la he cogido en la pradera
y cariñosa mi alma te la envía
cuando seca y marchita caiga un día
no la arrojes, por Dios, a la ribera;
guárdala cual memoria lisonjera
de la dulce amistad que nos unía.

LA NOCHE Y MI DOLOR

El negro manto que la noche umbría
tiende en el mundo, a descansar convida.
Su cuerpo extiende ya en la tierra fría
cansado el pobre y su dolor olvida.

También el rico en su mullida cama
duerme soñando avaro en sus riquezas;
duerme el guerrero y en su ensueño exclama:
-soy invencible y grandes mis proezas.

Duerme el pastor feliz en su cabaña
y el marino tranquilo en su bajel;
a éste no altera la ambición ni saña;
el mar no inquieta el reposar de aquel.

Duerme la fiera en lóbrega espesura,
duerme el ave en las ramas guarecida,
duerme el reptil en su morada impura,
como el insecto en su mansión florida.

Duerme el viento, la brisa silenciosa
gime apenas las flores cariciando;
todo entre sombras a la par reposa,
aquí durmiendo, más allá soñando.

Tú, dulce amiga, que tal vez un día
al contemplar la luna misteriosa,
exaltabas tu ardiente fantasía,
derramando una lágrima amorosa,

duermes también tranquila y descansada
cual marino calmada la tormenta,
así olvidando la inquietud pasada
mientras tu amiga su dolor lamenta.

Déjame que hoy en soledad contemple
de mi vida las flores deshojadas;
hoy no hay mentira que mi dolor temple,
murieron ya mis fábulas soñadas.

SUFRIMIENTO

Pasaste, edad hermosa,
en que rizo el ambiente
las hebras del cabello por mi frente
que hoy anubla la pena congojosa.
Pasaste, edad de rosa
de los felices años,
y contigo mis gratas ilusiones ...
Quedan en su lugar los desengaños
que brotó el Huracán de las pasiones.

Entonces ¡ay! entonces, madre mía,
tus labios enjugaban
lágrimas infantiles que surcaban
mis purpúreas mejillas... y en el día
¡ay de mí! no estás cerca para verlas ...
¡son del dolor alquitaradas perlas!

¡Madre! ¡Madre! no sepas la amargura
que aqueja el corazón de tu Dolores,
saber mi desventura
fuera aumentar tan sólo los rigores
con que en ti la desgracia audaz se encona.
¡En mi nombre mi sino me pusiste!
¡sino, madre, bien triste!
Mi corona nupcial, está en corona
de espinas ya cambiada ...
Es tu dolores !ay! !tan desdichada!

ANHELO

¡Oh! ¿dónde está ese mundo que soñé
allá en los años de mi edad primera?
¿Dónde ese mundo que en mi mente orlé
de blancas flores ... ? Todo fue quimera!

Hoy de mí misma nada me ha quedado,
pasaron ya mis horas de ventura,
y sólo tengo un corazón llagado
y un alma ahogada en llanto y amargura.

¿Por qué tan pronto la ilusión pasé?
¿Por qué en quebranto se trocó mi risa
y mi sueño fugaz se disipó
cual leve nube al soplo de la brisa ...?

Vuelve a mis ojos óptica ilusión,
vuelve, esperanza, a amenizar mi vida,
vuelve, amistad, sublime inspiración ...
yo quiero dicha aun cuando sea mentida.

Ecuador: Dolores Veintimilla de Galindo
Quito, 1829-1857

2007/08/25

LEELO, ASUMELO Y PASALO

Debo ser estúpida

Debo ser muy mala,

Porqué otro motivo Mamá

Esta enojada?...

Quisiera ser

Mejor, Quisiera no

Estar, Entonces tal vez

Mami me quiera abrazar...

No debo hablar,

No debo hacer mal;

De lo contrario,

Por todo el día me van a encerrar...

Cuando despierto Siempre estoy sola,

La casa esta oscura

Por horas y horas...

Cuando mami regrese

Tratare de ser Buena

Aunque ella no me quiera ni abrasé de pena...

No hagas ni un ruido,

La puerta acabo de escuchar;

Mi papi ha llegado Borracho de un bar...

Lo escucho enojado

Mi nombre gritar

Y contra una pared Me trato de lanzar...

Trato de esconderme

De su horrible Mirada,

No aguanto el llanto

Me siento espantada...

Me encuentra llorando

Me grita, me insulta

Me dice que sus problemas

Todos son por mi culpa...

Me empieza a golpear

Me sigue gritando,

Me logro soltar

Y corro llorando...

Caigo al suelo

Mis huesos doliendo

Papá me dice palabras

Que ni las entiendo...

"Perdóname" le grito

Pero ya es muy tarde,

Su rostro enojado

Parece que arde...

Los golpes y las palabras

Me duelen de verdad,

Le pido a papá Dios

Misericordia y piedad...

Por fin el termina,

Camina a la puerta,

Mientras yo en el suelo

Quedo casi muerta...

Mi nombre es Sarah,

Tres años de edad;

Esta noche mi padre...

Me mato sin piedad.

Existen millones de niños como Sarah en México y en el mundo. Tú puedes ayudar.

Estos actos enferman y si tú lees este poema y no lo pasas oraré por ti, porque solo alguien sin corazón no sentiría nada al leerlo.

Si te afecto en algún modo haz algo al respecto!!! Todo lo que pido es que lo reenvíes y reconozcas que esto realmente sucede, y que padres como este viven en nuestra sociedad... ora porque termine el abuso infantil y por la seguridad de los niños... se q harás lo que el corazón te dicta, confío en ti.....por favor ten un poco de corazón es todo... si lo haces vas a recibir la bendición de DIOS....

2007/08/21

GLOSARIO GUAYAQUILEÑO:


El Guayaquileño no tiene padres: tiene viejos
El Guayaquileño no se emborracha: se empluta!!!
El Guayaquileño no es sabroso: es Shabrosos
El Guayaquileño no te ayuda: te acolita
El Guayaquileño no se asusta: se ahueva
El Guayaquileño no es ladron: es choro
El Guayaquileño no es tonto: es cojudo
El Guayaquileño no piensa: cranea!!
El Guayaquileño no tiene mala suerte: es salado
El Guayaquileño no te dice SI: te dice SIMON
El Guayaquileño no tiene buena suerte: es lechoso
El Guayaquileño no se va de fiesta: se va de farra
El Guayaquileño no te enamora: te levanta
El Guayaquileño no tiene un dolar: tiene un chuchaqui
El Guayaquileño no tiene hermano: tiene ñaño
El Guayaquileño no es valiente: es arrecho
El Guayaquileño no te pide prestado: te revuela
El Guayaquileño no es timido: es pendejo
El Guayaquileño no es aprovechado: es avión
EL Guayaquileño no te dice HOLA: te dice: QUE FUE LOCO!!!
El Guayaquileño no tiene amigos: tiene panas
El Guayaquileño no te estafa: te deja pateado
El Guayaquileño no es adinerado: es billeteado
El Guayaquileño no te presta atención: te para bola
El Guayaquileño no le caes mal: le caes chancho
El Guayaquileño no se compromete : se amarra
El Guayaquileño no tiene enamorada: tiene pelada
El Guayaquileño no se esfuerza: se saca la madre
El Guayaquileño no se burla: se caga de la risa
El Guayaquileño no te convence: te mete lata y labia
El Guayaquileño no te espera: te aguanta un chance
El Guayaquileño no besuquea: se pega un mame
El Guayaquileño no dice wow: dice Bacán
El Guayaquileño no molesta: jode
El Guayaquileño no coquetea: bacila
El Guayaquileño no se molesta: se cabrea
El Guayaquileño no te golpea: te saca la puta
El Guayaquileño no va a tomar: se va de chupa
JEJEJE!!!
Estos son las palabras de un buen Guayaquileño

2007/08/20

¿CUANDO FUE QUE EMPEZAMOS HACER AMIGOS?


Cuándo fue que empezamos a ser amigos? no lo sé... No te parece gracioso que con tu pareja siempre quieres llevar la cuenta, recordar el día y el momento exacto en que se conocieron ¿cuando empezaron su relación, a que hora, en donde?...con tu pareja celebras aniversarios...

y con los amigos es algo que realmente sobra, no importa el momento exacto, la hora, el día en que los conoces, solo importa que a través de esos años meses y días vas construyendo momentos inolvidables...

Con el presente construyes las anécdotas del ayer recuerdas tal o cual fecha por sucesos importantes pasados a su lado, pero no tienes la presión de recordar que en un día exacto fue que empezaste a ser amigo de alguien...

Es mas, tal vez al principio te caía mal, o no pensaste que algún día podrías llevarte bien conmigo, o con la persona que hoy es tu gran amigo.

Estuve pensando en todo ello, y bueno, no importa si los conozco de hace diez, veinte, cinco años o unos cuantos meses... lo importante es que en ese mismo tiempo se ha ido construyendo la confianza, el respeto, la tolerancia, el cariño...¡Cuantos años cuesta el construirlos y que pronto se pueden perder!

No publico esto en una fecha especial, pues como ya dije, eso sale sobrando, te lo escribo sólo porque ayer, mañana, pero sobre todo HOY te considero mi amiga, amiga que quiero muchísimo y con quien me encanta convivir... Hoy te envío un enorme abrazo.

Que la vida te sonría SIEMPRE!!! RECUERDA QUE CADA VEZ QUE SONRÍES SE BORRA UNA TRISTEZA Y SE ILUMINA UNA ESPERANZA Muchas personas entraran y saldrán de tu vida; pero solo verdaderos amigos dejaran huellas en tu corazón!

El que pierde dinero, pierde mucho; el que pierde a un amigo, pierde mucho mas el que pierde la fe, pierde todo. Las personas jóvenes bonitas son accidentes de la naturaleza, pero las personas adultas bonitas son obras de arte.

El Amor y La Locura.

Cuentan que hace muchísimos años se reunieron algunos sentimientos y algunas cualidades del hombre. Cuando el Aburrimiento bostezaba por tercera vez, la Locura propuso: vamos a jugar a las escondidas.

La Intriga se levanto extrañada, y la Curiosidad, sin poder contenerse, pregunto: ¿A las escondidas? ¿Y eso como es?

“Es un juego en donde yo me tapo la cara y comienzo a contar, desde el uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Cuando termine de contar, los buscare hasta que los encuentre”, explico la Locura.

El Entusiasmo bailo de contento y la Alegría dio saltos que termino de convencer a la Duda, e incluso a la Indiferencia, a la que nunca le interesaba nada.

Pero no todos quisieron participar. La Verdad prefirió no esconderse. ¿Para que?, si al final siempre la hallaban.

La soberbia pensó que era un juego muy tonto. En el fondo lo que le molestaba era que la idea no había salido de ella. Y la Cobardía prefirió no arriesgarse.

La Locura rápidamente comenzó a contar.

La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse. Cada sitio le parecía maravilloso para alguno de sus amigos

La hendija de un árbol era perfecto para la Timidez.

Una ráfaga de viento le parecía magnifica para la Libertad.

Por fin después de pensar primero en todos, la Generosidad termino ocultándose en un rayito de sol.

El Egoísmo, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio. Era ventilado, cómodo, pero solo para el.

La Mentira se escondió detrás del arco iris.

Y la Pasión y el Deseo, entre los volcanes.

Cuando la Locura ya casi terminaba de contar, el Amor aun no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo estaba ocupado.

Hasta que al fin vio un rosal y decidió esconderse entre sus flores.

“¡Un millón!”, dijo la locura. Y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la Pereza que estaba a solo tres pasos.

A la Pasión y el Deseo, los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró la Envidia. Y claro también encontró al triunfo.

Al Egoísmo no tubo ni que buscarlo, pues el solito salio de su escondite que resulto ser un nido de avispas.

La Locura de tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza.

Encontrar a la duda fue mucho más fácil. La encontró sentada aun sin poder decidir a donde se iba a esconder

Así fue encontrando a todos

Y hasta encontró el Olvido, que se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.

Pero solo el Amor no aparecía por ningún lado.

Y cuando estaba por darse por vencida, vio el rosal.

Tomo un pequeño palo y comenzó a mover las ramas. De pronto escucho un doloroso grito.

Las espinas habían herido los ojos del Amor.

La Locura no sabia que hacer para disculparse. Lloro, rogó, imploro, pidió perdón y hasta prometió acompañarlo siempre.

Desde entonces el Amor es ciego y la Locura siempre lo acompaña.

Por eso dicen que “amar es una locura, a menos de que se ame con locura”.

2007/08/14

Estos dos bebes son mis hijos el mayor se llama Bryan y el mas pequeño se llama Adriano.

Bryan tiene 6 años y esta es la foto de su Cumpleaño el esta en 2do año de educción básica.

Abriano tiene 11 meses y solo pide teta, comida y juega eso es la vida de ellos